Una dieta saludable debe contener dos grupos de ácidos grasos esenciales: omega 3 y omega 6. Para el buen funcionamiento del cuerpo necesitamos ambos, sin embargo, en la dieta occidental hay una tendencia al alto consumo de ácidos grasos omega 6, mientras que El consumo de ácidos grasos omega 3 esenciales suele reducirse. ¿Es necesario tomar suplementos dietéticos omega 3?
Se encuentran cantidades significativas de omega 6 en los aceites de semillas, incluido el aceite de girasol y el aceite de maíz, así como en algunos pescados grasos: sardinas, salmón y caballa. Los pescados grasos también suministran dos tipos de ácidos grasos omega 3, ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). La función principal de la EPA es apoyar la salud cardíaca y arterial, mientras que el DHA es esencial en la construcción de capas de membrana celular en todo el cuerpo, especialmente en el cerebro y la retina del ojo.
Los entornos médicos recomiendan tomar 450 mg de EPA + DHA por día. Sin embargo, el consumo de estos ácidos en los países occidentales es mucho menor. Además, se encontró que comemos demasiada omega 6 y muy poca omega 3.
Se necesita un equilibrio para que el cuerpo funcione correctamente. El mismo principio se aplica a las proporciones apropiadas entre los nutrientes que comemos. La esencia de omega 3 es «suprimir» la respuesta del organismo y mantenerla en un nivel óptimo para evitar la sobrecarga. Sin embargo, demasiados ácidos grasos esenciales omega 6 pueden causar una hinchazón excesiva y daños en los tejidos. Es importante mantener un equilibrio entre la ingesta de omega 3 y la cantidad de omega 6 en nuestra dieta. Se cree que una proporción sana y equilibrada es del 50 al 60% de los ácidos grasos omega 3.
Los ácidos grasos omega 3 insaturados esenciales tienen un fuerte efecto antiinflamatorio y, por lo tanto, tienen un efecto beneficioso en una amplia gama de enfermedades, incluidas enfermedades oculares, enfermedades cardiovasculares, enfermedades cerebrales degenerativas (enfermedad de Alzheimer y enfermedad de Parkinson).
Las personas que tienen diabetes necesitan un apoyo especial para el sistema cardiovascular. En estos casos, se han encontrado los beneficios de la suplementación con omega 3, lo que mejora la acción de la insulina, disminuye los niveles de triglicéridos en la sangre y promueve el adelgazamiento.
Investigaciones recientes indican que el cerebro también es un órgano susceptible a la inflamación. Las complicaciones asociadas con el cerebro, como la depresión, el estrés y la ansiedad y el TDAH, suelen deberse a la inflamación y al edema, lo que sugiere los beneficios potenciales de tomar suplementos dietéticos de omega 3.
Se puede lograr un equilibrio saludable de ácidos grasos al minimizar la ingesta de omega 6 y aumentar la ingesta de omega 3. Esto se puede lograr complementando la dieta con aceite de oliva, que ha reducido los ácidos grasos omega 6. Aumentar la cantidad de pescado graso o el uso regular de suplementos de aceite de pescado son métodos efectivos para proporcionar la cantidad correcta de ácidos grasos omega 3 esenciales.