Una de las posibles causas de la artritis es el desequilibrio inmunológico. Los mecanismos antiinflamatorios naturales pueden funcionar de manera anormal, lo que se denomina una enfermedad autoinmune. En el caso de la rigidez autoinmune de las articulaciones, el sistema inmunológico del cuerpo comienza a atacar su propio tejido, en particular la membrana sinovial, que rodea los elementos que forman las articulaciones de nuestro cuerpo.
La corrección de la respuesta inmune sistémica depende de la calidad de la microflora gastrointestinal. Cuidar la correcta flora bacteriana del intestino puede ayudar a curar o prevenir el dolor y la rigidez de las articulaciones.
El debilitamiento del sinovio causa daño mecánico al tejido cartilaginoso circundante, el tejido conectivo, los huesos y los ligamentos. El mismo mecanismo se aplica a las articulaciones de las rodillas y caderas, codos, brazos y manos. El efecto del daño es el dolor, la rigidez y la movilidad limitada, problemas con las actividades cotidianas. Si en tal estado de salud vamos al consultorio del médico, escucharemos que se ha producido una inflamación en la rodilla (cadera, codo, etc.).
Durante las reacciones inflamatorias, aparecen sustancias químicas específicas que pueden detectarse durante la prueba (marcadores) en la sangre. Para cada tipo de alteraciones en el funcionamiento del cuerpo, se pueden determinar marcadores característicos. Para la inflamación autoinmune de la rigidez articular y las articulaciones dolorosas, también hay marcadores bioquímicos específicos que aparecen en la sangre durante las fuertes reacciones autoinmunes. El nivel de estos marcadores se puede medir en un análisis de sangre.
Sobre la base del estudio del nivel de marcadores de la reacción autoinmune, se encontró que los alimentos o los suplementos dietéticos tomados durante un tiempo pueden disminuir el nivel de inflamación. El tratamiento sistemático conduce a la regresión de la inflamación y la reducción del dolor y la rigidez en las articulaciones.
La relación entre la condición de la microflora intestinal y la reacción autoinmune del cuerpo.
Las inflamaciones que surgen como resultado de reacciones autoinmunes pueden llevar a una reducción significativa en la actividad física y una disminución en la calidad de vida. Por lo tanto, vale la pena considerar el uso de probióticos, que tienen como objetivo normalizar la microflora intestinal para mantener la función adecuada del tracto digestivo y el sistema inmunológico. De acuerdo con la opinión de muchas personas, de esta manera puede reducir la respuesta inflamatoria incorrecta y aliviar los síntomas del dolor en las articulaciones.
Durante muchos años, se ha considerado que los probióticos apoyan la forma de lidiar con las consecuencias de varios estados inflamatorios. Se presta mayor atención a la cepa bacteriana Bacillus Coagulans (DIGESTIVE+++), que tiene efectos antiinflamatorios e inmunomoduladores tanto en animales como en humanos. También se descubrió que la fibra prebiótica que se puede encontrar en las alcachofas (inulina) afecta positivamente al sistema inmunológico. Los prebióticos, como la inulina, llegan al colon y son utilizados como combustible por microorganismos benéficos, lo que aumenta su colonización y favorece la buena salud del colon y el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico.