Para reducir efectivamente el nivel de colesterol, es suficiente para llevar un estilo de vida saludable. La reducción del riesgo de enfermedad cardíaca mediante la reducción de la presión arterial y la reducción de los niveles de colesterol en la sangre se puede lograr mediante una dieta saludable y haciendo ejercicio con regularidad. ¿Es realmente tan fácil?
¡Importante! Las personas mayores de 40 años (que padecen enfermedades cardíacas, obesidad, diabetes u otras enfermedades crónicas) deben consultar a un médico antes de ingresar a la actividad física regular en sus vidas.
¿Por qué la actividad física reduce el colesterol?
La falta de actividad física es propicia para la acumulación de colesterol malo (LDL), lo que contribuye al desarrollo de la aterosclerosis y aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular. Por otro lado, la actividad física regular provoca un aumento en la concentración de colesterol bueno (HDL) y una reducción simultánea del colesterol LDL. La función del colesterol HDL consiste en limpiar el sistema sanguíneo del colesterol malo. La concentración correcta de colesterol HDL es una garantía de un corazón sano y venas limpias.
En estudios clínicos y epidemiológicos, se ha demostrado que un aumento en el colesterol bueno se correlaciona con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
La actividad física moderada y regular trae muchos beneficios para la salud:
- Regula las proporciones entre el colesterol bueno y el colesterol malo.
- Disminuye la presión arterial en personas con hipertensión.
- Mejora la eficiencia del corazón y los pulmones.
- Regula el nivel de azúcar en la sangre.
- Estimula la producción de endorfinas.
- Mejora el estado psico-emocional.
¿Qué ejercicios reducen el colesterol?
Para que el ejercicio físico sea beneficioso para la salud, el ejercicio no puede ser demasiado intenso ni exhaustivo. Se cree que una cantidad suficiente de ejercicio es de 30 minutos al día durante 5 días a la semana. La intensidad del ejercicio debe ser tal que no haga que el pulso se acelere a más de 120 latidos por minuto.
Las formas más beneficiosas de actividad física son el ciclismo, caminar enérgicamente, correr, nadar o bailar. Los ejercicios deben realizarse con regularidad y la duración y la intensidad deben adaptarse a las necesidades individuales. Los efectos de los cambios en el estilo de vida se pueden ver después de unos 3 meses, cuando el nivel de colesterol bueno aumenta en aproximadamente un 7 por ciento.