Dolor lumbar crónico

Hoy trataremos con el dolor de espalda, que algunas personas sienten entre las costillas y las nalgas, es decir, en la región lumbar de la columna vertebral. Este tipo de dolor a veces llega incluso a las piernas. Puede denominarse crónica si afecta durante al menos 2 a 3 meses, o si es grave si aparece repentinamente y disminuye rápidamente. ¿Cómo son las causas del dolor de espalda crónico?

El dolor de espalda suele ser la suma de varios factores. Estas pueden ser causas físicas (tensión muscular, vejez, lesiones espinales), razones psicológicas (tensión psicológica, estrés, conflictos), factores relacionados con el trabajo o el estilo de vida (sobrepeso, estilo de vida sedentario).

El dolor de espalda es una queja muy problemática. A pesar de que causa mucha confusión en la vida del paciente, por lo general no es peligroso si no es causada por una enfermedad grave. Por lo tanto, el primer paso después de la aparición de los síntomas debe ser hablar con su médico. Después de un simple examen de la condición física, el médico diagnosticará correctamente el tipo de dolor y recomendará el tratamiento adecuado. Si se sospechan condiciones más serias, se necesitarán pruebas adicionales.

La exclusión de otras enfermedades como causa de dolor de espalda es la primera buena noticia durante el diagnóstico. En este caso, debe comenzar la fisioterapia. Al sentir un dolor de espalda agudo, es natural limitar el movimiento y el esfuerzo. Sin embargo, en el caso del dolor crónico, la única ruta efectiva es la terapia de movimiento. El movimiento apropiadamente dosificado hace que el dolor desaparezca gradualmente.

No todo tipo de actividad física está indicada para personas que sufren de dolor lumbar. En este asunto, lo mejor es buscar el consejo profesional de un fisioterapeuta o un fisioterapeuta. La tarea básica del entrenamiento muscular y los ejercicios de estiramiento es fortalecer los músculos de la espalda y aliviar la columna vertebral.

Es importante mantenerse físicamente activo después del final de la terapia física o fisioterapia. El ejercicio físico regular es el método más efectivo para prevenir el dolor de espalda. Sin embargo, no hay necesidad de obligarse a correr o ir al gimnasio si no le gusta. Para la salud diaria, las caminatas diarias o la introducción de más tráfico en las actividades ordinarias son suficientes. Sube las escaleras en lugar de utilizar el ascensor, deja de conducir y viaja a pie en distancias cortas.

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