¿Es natural la presión arterial baja? ¿O es un síntoma de una enfermedad? De hecho, puede ser difícil determinar si el nivel de presión arterial es bajo. El diagnóstico depende de qué presión arterial sea normal para usted.
Examinemos la presión arterial en un grupo más grande de personas que no experimentan ninguna enfermedad. Se espera que en casos extremos los resultados varíen de 80/50 a 200/120, y la mayoría de las mediciones serán alrededor de 130/85. Sin embargo, ambas personas con presión arterial más alta, como las que tienen presión arterial más baja, estarán objetivamente sanas.
¿Cuando la presión arterial baja es normal?
Hay personas que han tenido una presión arterial de 90/50 a lo largo de sus vidas y que siempre dicen «tengo presión arterial baja». En esta situación no hay nada malo. Incluso puede ser feliz porque la presión arterial baja reduce el riesgo de accidente cerebrovascular o ataque cardíaco. Esta situación es normal y no requiere diagnóstico ni tratamiento.
¿Cuando la presión arterial baja requiere tratamiento?
Si su presión arterial natural es de alrededor de 130/80 y baja a aproximadamente 90/50 en poco tiempo, entonces la situación requiere intervención. En esta situación, generalmente experimenta síntomas desagradables que pueden causar baja presión arterial. Puede ser necesario realizar pruebas especializadas para diagnosticar la causa de esta condición.
Los síntomas de la presión arterial baja pueden incluir: sentirse débil, sentirse mareado, sentirse cansado, desmayarse, problemas visuales temporales. Todos estos síntomas de presión arterial baja se resolverán si su presión arterial vuelve a la normalidad.
Causas de la presión arterial baja
La causa común de la presión arterial baja son los efectos secundarios de las drogas. Los medicamentos para la presión arterial, medicamentos para el corazón, diuréticos y ciertos antidepresivos son más comunes. Otros medicamentos que tienen un efecto de hipertensión arterial son los analgésicos. Además de los medicamentos, la causa puede ser la enfermedad cardíaca, el infarto de miocardio, los cambios en la frecuencia cardíaca, las infecciones bacterianas, la enfermedad renal, la diabetes, la hemorragia interna o el sangrado.
La lista de causas es extensa por lo que es mejor consultar a un médico. En primer lugar, no trate de autodiagnosticarse, busque ayuda de personas competentes.