La degeneración macular (AMD, por sus siglas en inglés) es una enfermedad que ocurre con frecuencia en los ancianos. Se cree que la exposición prolongada a la luz solar puede aumentar el riesgo de desarrollar degeneración macular relacionada con la edad. La razón de esta situación es el proceso de oxidación bajo la influencia de la radiación UV. ¿Cómo reducir el riesgo de degeneración macular?
La mancha amarilla es la parte central de la retina, que es responsable de la vista más precisa de los detalles más pequeños. Con la edad, la mancha amarilla puede volverse más y más delgada. En casos extremos, incluso puede conducir a la ceguera. Si esta afección no se trata, debe tenerse en cuenta que puede ocurrir una pérdida de la visión.
Al igual que con todos los otros órganos, la mácula del ojo también está expuesta a los radicales libres. La susceptibilidad de la mácula al estrés oxidativo aumenta por factores como la alta demanda de oxígeno y la luz intensa. La mancha amarilla está muy ricamente provista de sangre y se producen procesos metabólicos intensos en sus células. La demanda de oxígeno y energía de las células de este tejido es muy alta y los subproductos metabólicos deben eliminarse con gran eficacia y rapidez.
Una dieta adecuada puede complementar la escasez de antioxidantes que son necesarios para el buen funcionamiento de la mácula. Se cree que los nutrientes más valiosos que mejoran el funcionamiento de la mácula son la coenzima Q10, taurina, ácido alfalipónico, luteína, zeaxantina, zinc, selenio, manganeso y cobre.
El último descubrimiento es otro componente de la dieta que puede tener un impacto significativo en la reducción del riesgo de degeneración macular senil. Los estudios de casos y controles realizados en los EE. UU. Han demostrado una relación entre el aumento en el consumo de ácidos grasos omega 3 y la reducción del riesgo de DMAE en personas cuya dieta es baja en ácido linoleico. Además, las pruebas oculares realizadas en Australia confirmaron el efecto protector de los ácidos grasos n-3 en las personas cuya dieta contenía grandes cantidades de ácidos grasos omega 3.
También se ha demostrado que tomar una alta dosis de antioxidantes y zinc puede reducir el riesgo de desarrollar AMD en aproximadamente un 25% y el uso de vitamina C, vitamina E y zinc contribuye a mantener una buena visión en las personas mayores. Si bien no existe una forma completamente probada de prevenir la DMAE, el uso de medidas que retrasan la aparición de esta enfermedad y mitiga su curso parece ser una solución razonable al problema.