El cáncer de próstata es un problema muy común en hombres de alrededor de 80 años. En el rango de edad de 50 a 80 años, casi la mitad de los hombres padecen formas más o menos avanzadas de cáncer de próstata. Sin embargo, el cáncer de próstata rara vez es la causa de la muerte. Aunque es una enfermedad tan común, los médicos aún no están seguros acerca de las causas exactas del cáncer de próstata. El riesgo étnico se considera el factor de riesgo básico para desarrollar cáncer de próstata. Los hombres de origen africano son los más vulnerables, y los asiáticos son los más seguros.
Es posible curar el cáncer de próstata con la condición de detección temprana de la enfermedad. Los síntomas de la hipertrofia prostática son muy fáciles de ver. La mayoría de los hombres experimenta dificultad para orinar, notando un flujo débil o intermitente de orina. Otros síntomas incluyen la urgencia de orinar o la necesidad de despertarse varias veces por la noche para hacerlo.
No existe un tratamiento universal para curar el cáncer de próstata.
Los factores básicos que determinan el método de tratamiento son: salud general, edad, ubicación del tumor en la glándula prostática, tamaño del tumor. La forma más radical es una operación quirúrgica llamada prostatectomía. Este es un procedimiento quirúrgico complicado, por lo que el paciente debe estar en buen estado general de salud. Después de la operación quirúrgica, pueden ocurrir efectos secundarios, principalmente relacionados con las disfunciones eréctiles y los problemas para orinar. Sin embargo, las técnicas modernas reducen significativamente el riesgo de complicaciones postoperatorias. El porcentaje de cirugía exitosa de cáncer de próstata es muy alto.
La terapia hormonal es otra opción. La terapia hormonal no elimina las células cancerosas, pero reduce significativamente el tamaño del tumor de próstata. La mayoría de los médicos recomiendan dicho tratamiento junto con la cirugía, lo que garantiza mejores resultados. El crecimiento del cáncer de próstata es estimulado por la testosterona, la hormona sexual masculina. Las terapias hormonales funcionan al reducir los niveles de testosterona. Al regular el nivel de la hormona sexual masculina, la próstata se vuelve menos susceptible al crecimiento de las células cancerosas.
Existe otro método de tratamiento para el cáncer de próstata, a saber, la radioterapia. La radioterapia destruye las células cancerosas por radiación. El método es indoloro, pero puede causar efectos secundarios no deseados como diarrea e impotencia. La braquiterapia es un tipo especial de radioterapia. Implica la implantación de elementos radiactivos directamente en el tumor o en sus proximidades. Los elementos radiactivos ayudan a reducir el crecimiento de las células cancerosas.