El cortisol es una hormona esteroidea secretada por la glándula suprarrenal. Se asocia comúnmente con alergias, problemas de la piel o dolor en las articulaciones. En una forma sintética, como una hidrocortisona, puede ser administrada por el médico por vía intravenosa para reducir la reacción alérgica o como una pomada para la erupción cutánea. El cortisol se asocia a menudo con la respuesta al estrés del cuerpo, pero en realidad su tarea es más complicada.
El cortisol tiene un amplio efecto sobre el metabolismo, tiene propiedades antiinflamatorias, retiene sal en el cuerpo, intensifica la lipólisis y estimula la degradación de las proteínas. En respuesta al estrés, causa un aumento en el nivel de glucosa en la sangre, por lo que se llama hormona del estrés.
Un nivel demasiado alto de cortisol es desfavorable y puede ser la razón de los cambios de humor, la pérdida de apetito, la reducción de la ganancia de grasa y músculo y el debilitamiento del sistema inmunitario. Las alteraciones a largo plazo de los niveles de cortisol pueden causar problemas de salud más serios: trastornos del sueño, trastornos emocionales, enfermedades óseas, problemas con la libido, deterioro del sistema inmune, enfermedades cardiovasculares.
En condiciones naturales, el nivel de cortisol se regula adecuadamente a las condiciones prevalecientes en el medio ambiente. Sin embargo, en la sociedad moderna, debido al estilo de vida irregular y al estrés permanente, muchas personas tienen un nivel desregulado de cortisol. Afecta el metabolismo de los azúcares, la calidad del sueño, la actividad física y el sistema inmune. Como resultado, experimentamos envejecimiento prematuro y ocurrencias más frecuentes de enfermedades como artritis, cáncer e inflamación. El cortisol reduce la absorción de calcio y promueve el desarrollo a largo plazo de la osteoporosis. También puede conducir a la infertilidad en las mujeres.
Los niveles crónicos elevados de cortisol también pueden llevar a un ejercicio demasiado intenso sin períodos de descanso, una dieta deficiente, suplementos dietéticos inadecuados y falta de sueño calmado, que desempeñan un papel clave en la secreción de cortisol. Todas las personas que asisten regularmente al gimnasio o hacen deporte deben prestar especial atención a los niveles de cortisol. Esto también se aplica a las personas que sufren de inflamación de las articulaciones, enfermedades autoinmunes y enfermedades de la piel. Eccema, erupciones misteriosas, alergias y rosácea son algunos de los problemas de la piel que pueden indicar desequilibrio de cortisol y deben tratarse en la fuente.
El cortisol se libera en respuesta al estrés. Así es como funciona el mecanismo natural, cuya tarea es restaurar la homeostasis en nuestro cuerpo. Sin embargo, la secreción prolongada de cortisol puede causar cambios fisiológicos significativos. Es por eso que debes evitar el estrés emocional o físico crónico.