Los defensores de un enfoque integral de la salud han afirmado durante mucho tiempo que el tomate tiene ingredientes para prevenir el cáncer y curar el cáncer. Recientemente, ha habido una confirmación científica de esta información, especialmente en el campo del tratamiento del cáncer de próstata. Los tomates también pueden reducir el riesgo de otros tipos de cáncer: cáncer de pulmón, estómago, páncreas, mama, cuello uterino, intestino grueso, boca y garganta.
¿Solo necesita comer muchos tomates para curar el cáncer de próstata? Por supuesto, no, el tomate no curará el cáncer en sí mismo, pero en combinación con otras hierbas y terapias, el tomate aumentará la efectividad del tratamiento del cáncer. El consumo regular de tomates puede reducir el riesgo de cáncer de próstata y varios otros cánceres. También se descubrió que los tomates no solo previenen el cáncer, sino que también contribuyen a un curso de enfermedad más leve en hombres diagnosticados con cáncer de próstata.
Las propiedades anticancerígenas de los tomates resultan del alto contenido de licopeno, que los tomates deben a su color rojo. El licopeno es un antioxidante fuerte y natural que elimina los radicales libres del cuerpo y es responsable del desarrollo de las células cancerosas. Las pruebas de laboratorio han demostrado que la acción del licopeno en la neutralización de radicales libres es muchas veces más potente que el betacaroteno. También se reconoció que debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, el licopeno reduce los efectos secundarios indeseables de la quimioterapia.
El licopeno generalmente se considera seguro, no tóxico y no produce efectos secundarios. Sin embargo, es difícil encontrar investigaciones científicas sobre el uso de licopeno durante el embarazo.
Los beneficios para la salud de comer tomates
En la civilización moderna, el tomate es la principal fuente de vitaminas A y C. También contiene fibra dietética, betacaroteno, hierro, licopeno, magnesio, niacina, potasio, fósforo, riboflavina y tiamina. El tomate tiene un bajo contenido de grasas saturadas, colesterol y sodio. Es interesante el hecho de que cocinar o procesar tomates es beneficioso porque aumenta la concentración de licopeno. Por lo tanto, no tiene que limitarse a tomates crudos. Te beneficiarás aún más comiendo tomates procesados: pasta de tomate, sopa de tomate, salsa de tomate, ketchup, jugo de tomate. Lo mejor son las conservas hechas por ti mismo, sin aditivos artificiales ni conservantes.
Los tomates contienen una gran cantidad de ácido cítrico, aumentan la alcalinidad de la sangre y ayudan a eliminar las toxinas, especialmente el ácido úrico del cuerpo. Los tomates son excelentes como limpiadores de hígado, especialmente cuando se usan con jugos de vegetales verdes.
Los tomates contienen sustancias que mejoran la vista. Pueden prevenir la ceguera y la degeneración macular. Debido a la gran cantidad de licopeno antioxidante, los tomates reducen efectivamente el riesgo de cáncer, especialmente cáncer de pulmón, estómago y próstata. El mismo licopeno también es beneficioso para el sistema circulatorio y reduce el riesgo de enfermedad cardíaca. El consumo regular de tomates reduce el colesterol y los triglicéridos en la sangre y ayuda a regular el funcionamiento del sistema digestivo. También previene la ictericia y elimina eficazmente las toxinas del cuerpo.