A todos les gusta tomar un buen café. ¿Tienes que ir a un café para esto? No, el delicioso café puede ser hecho por ti mismo. Aquí hay 3 consejos simples que harán que todos quieran venir a tomar su café.
Limpia la cafetera
La limpieza es un problema básico. Todos los platos que usa para hacer café deben limpiarse después de cada uso. Los restos de café viejo acumulados en las paredes del plato afectan desastrosamente el sabor de la bebida. La grasa y los residuos de los productos de limpieza también se recogen en los platos. Todo esto contribuye al hecho de que el café preparado en un plato sin pan pierde sabor y sabor.
Para una limpieza completa de la taza y la cafetera, solo se necesitan bicarbonato de sodio y agua. Recuerde fregar a fondo los platos y enjuague con abundante agua.
Use agua filtrada
El agua que usas para preparar café tiene un gran efecto en el sabor. Después de todo, el café consiste en 99% de agua. Use agua limpia, filtrada o embotellada libre de cloro y otras sustancias que puedan afectar el sabor de su café.
Si usa filtros de café, use filtros de acero inoxidable o dorados en lugar de filtros de papel. Su café sabrá mejor si se olvida de los filtros de papel. Los filtros de papel liberan tintes, cloro y blanqueadores que afectan el sabor.
Usa granos de café
Los granos de café de buena calidad son más caros, pero la bebida elaborada con ellos tiene un sabor y aroma incomparablemente más rico.
Para obtener mejores resultados, use granos de café de buena calidad que se muelen justo antes de su uso. Puede pensar que esto es un inconveniente en comparación con el café molido, pero cuando pruebe esta diferencia, nunca comprará café molido.
El mejor sabor y el aroma más rico son el café recién hecho. El café no debe recalentarse o calentarse en el microondas. Sin perjuicio del sabor, el café puede almacenarse en un termo durante aproximadamente una hora.
Si sigue estos tres sencillos consejos, cada taza que elabore cumplirá las expectativas de los más grandes conocedores del sabor del café.