¿Por qué está envejeciendo la piel?

De acuerdo con el conocimiento médico moderno, tanto el cuerpo como la piel están sujetos al proceso de envejecimiento. Durante los cambios que ocurren con el tiempo, ocurren cambios histológicos y bioquímicos, que se conocen como envejecimiento fisiológico o cronológico. ¿Sabes cuándo la piel comienza a envejecer?

Debido a que la piel está expuesta a factores externos directos, los signos de envejecimiento son los más rápidos en la piel. El proceso fisiológico del envejecimiento de la piel comienza después de alcanzar los 25-30 años de edad. El ritmo y la intensidad de este proceso depende de varios factores. Las condiciones genéticas individuales, la dieta, el estilo de vida y la exposición a sustancias nocivas son de gran importancia. Se cree que estos factores causan la formación de radicales libres, a los cuales se les asigna la responsabilidad de acelerar los procesos de envejecimiento de la piel y del cuerpo entero.

Síntomas del envejecimiento de la piel

La piel que envejece se vuelve delgada y seca, pierde elasticidad y brillo, y aparecen arrugas y decoloración en su superficie. La razón principal para cambiar la apariencia de la piel es la estructura de las proteínas que cambia con los años, gracias a la cual la piel es elástica y lisa (colágeno y elastina). Con la edad, ocurren cambios físicos en todas las capas de la piel. En la epidermis, las células de la capa basal se aplanan y las células desaparecen en las capas espinosa y granular. La epidermis se vuelve delgada y seca y el intercambio de nutrientes entre la epidermis y la dermis se debilita.

En la dermis, la actividad fibroblástica disminuye y la síntesis de fibras elásticas se inhibe. Aparecen arrugas superficiales y profundas. Las arrugas superficiales ocurren, entre otros, alrededor de los ojos, mientras que las arrugas profundas se forman en la frente, las mejillas, la parte inferior de la cara y el cuello.

Con los años, surgen trastornos en la síntesis de proteínas estructurales, que se manifiestan por la caída del óvalo facial.

También ocurren cambios en el funcionamiento de las glándulas sebáceas y sudoríparas. La secreción de sudor y sebo se reduce y las glándulas sebáceas desaparecen lentamente. La falta de sebo da como resultado un debilitamiento de la capa protectora de la epidermis y, en consecuencia, el secado de la piel. Las células del envejecimiento de la piel se regeneran mucho más lentamente que en la piel joven y el estrato córneo se vuelve áspero y seco.

En las mujeres durante la menopausia, se intensifican los cambios típicos del envejecimiento de la piel. La causa son los trastornos hormonales, cuyo efecto es el debilitamiento de la actividad de los fibroblastos. Se sigue la inhibición de la síntesis de ácido hialurónico y colágeno y una marcada reducción en la firmeza e hidratación de la piel.

Un estilo de vida anormal puede acelerar drásticamente los procesos naturales del envejecimiento de la piel. Se cree que fumar es uno de los principales factores que aumentan la tasa de aparición de cambios en la estructura de la piel.

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